domingo, 5 de diciembre de 2010

NiNe y las peluquerías de baño

Hoy, como tantas otras noches, volveré a salir de fiesta. A tomar unas cervecitas con los amigos y hablar de nuestras cosas, es decir, básicamente nos coseremos a cervezas mientras al principio de la noche escuchamos la música (normalmente horrorosa) y miramos al personal, luego arreglaremos el mundo, pondremos a parir a alguien y seguiremos mirando al personal. Un poco más tarde, en un arranque de enajenación mental transitoria como consecuencia del aumento exponencial de la tasa de alcohol en sangre, y con un valor derivado de las Heineken moveremos una patita en la pista de baile y seguiremos mirando el personal.


Será en este preciso momento de la noche, entre el mercadeo de la carne, el humo en la pista (cuando ya se pegan las suelas de los zapatos debido a la mezcla de alcohol y sudor en el suelo), la canción del waka waka, alguna parida genial entre algún chiste malo y el cachondeo de los colegas cuando el liquido acumulado sabiamente en mi bufeta pugne por salir. Me encaminaré tambaleante al baño y será allí donde me tope con esa “rara avis” nocturna que vive permanente en el baño de los pubs (sin tener en cuenta las cucarachas):


El pijo repeinado que se pone sólo de verse el mismo en el espejo y se pasa toda la noche acicalándose en un agradable ambiente perfumado de urea.


Hay que destacar que se trata de una especie enormemente evolucionada puesto que son inmunes a la alopecia en contraposición al resto de los mortales. Curiosamente, esta actitud hace que me pregunte si resulta que yo soy poco presumido, un desaliñado o que no cuido mi aspecto o soy un extraterrestre en un salón de belleza pero... La verdad es que el 90% de los tíos que va al baño sigue esta secuencia, meadita con limpieza de manos opcional (como el aire acondicionado de los coches de antaño) revisión en el espejo para comprobar que no llevas un moco pegado, ni la cara manchada de azul porqué se te ha desteñido algo ni porque seas un pitufo o te hayas comido unas setas en mal estado, y que vas peinado decentemente en la medida de tus posibilidades (no como la chica del youtube…) y sales del WC a la vida real a seguir con tu fiesta ya que tienes claro que TU no vives en el baño. Pues bien el “rara avis” se pasa horas allí, que si un pelito a la derecha que si el otro a la izquierda, sonrisita a si mismo, aplano un poco el gato que me he puesto por cabellera, etc…Que no te has parado a pensar que si no sales del baño nadie se va a dar cuenta de la perfección del peinado, o lo que puede pasar que aunque salgas del WC a la gente le dé igual tu pelito ???


En fin no es que me haga mayor y calvo, que también, pero es que definitivamente no entiendo el hecho de estar tanto rato mirándose al espejo y al resto que está allí. Sobre todo cuando tengo que orinar y tengo un pijo repeinado al lado mirando a ver si a mi me queda mejor la permanente (recuerdo que tengo poco pelo en la cabeza) ¡¡¡


Y es que así no hay quien mee tranquilo ¡¡¡