martes, 20 de julio de 2010

NiNe y la grandeza de la estadística

Buenas, soy NiNe, valga como presentación este pequeño post.

Andaba yo el otro día de birras con un colega y cuando el local cerró nos vimos en el dilema de siempre; las 3 de la mañana...... pa casa o vamos a hacer la "última". Evidentemente nos fuimos a hacer un par más.

Pero a lo que iba, cuando salimos del local iban un par de "gachises" delante de quitar el hipo, una rubia y una morena, para mas señas.

Entonces hicimos algo que los tíos nunca hacen: -Que? tu con cual te quedarías?
A lo que me respondió, sin ningún ánimo de hundirme en la mas absoluta de las miserias: -Me da igual, me las he "zumbao" a las dos; por cierto "zumbao" que gran palabra...

Aquí cerré el pico, dicen que cuando te metes en arenas movedizas lo mejor es quedarse quieto, sino te hundes mas, pues es aplicable. Aunque para mis adentros me fui pensando: "Te das cuenta que según la estadística y teniendo en cuenta que nosotros somos dos, y ellas otras dos..... yo me he beneficiado a una de ellas".

No voy a entrar a valorar lo que se ha dicho toda la vida de que a cada español le tocan siete tías de media, porque no me quedaría mas remedio que cagarme en la media y en la madre que la parió.

No quisiera despedirme sin antes preguntaros si alguien sabe como averigüar, estadísticamente claro está, si la que folló conmigo era la rubia o la morena, es que en momentos de soledad igual me viene bien saberlo.

Hasta otra.

NiNe

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre, siempre, siempre...la que folló contigo era la de mejor delantera. Quien no se consuela es porque no quiere xd

niño neutro dijo...

Eso pensaba yo, pero es que la otra tenia unos cuartos traseros que tiraban de espaldas.
Me parece que seguire fantaseando con las 2 y asi no hay peleas.
Saludos

Mar dijo...

... te quedaste al humo las velas, puestos a elegir en aquellas condiciones fijo que le hubieras dado a elegir a tu amigo primero sin problema, se ve que intenciones de futuro no habia, ajajaj.

Saludos.

Mar (... desde la roca que me cobija)