martes, 22 de febrero de 2011

NiNe en metro

Esta mañana a primera hora, todavía con legañas en los ojos y los pelos en punta como muestra del fragor de la batalla entre mi alopecia y mi almohada, he cogido esa máquina del diablo sucesora del tranvía que mató a Gaudí más conocida como Metro, Subway o the Tube para los londinenses. Efectivamente, se trata de esa lata de sardinas Miau donde acostumbra a tocarte un sobaco sudoroso en la nariz y un guiri “colocao” apretado contra tu ojete, mientras se escucha de música de fondo la de un “artista” callejero que destroza con su acordeón algún clásico popular y de paso se lleva algún tímpano por delante ( nota del autor: de vez en cuando hay alguno que lo hace muy bien). Por supuesto, en el otro vagón estaba el equipo sueco de natación sincronizada femenina masajeando a los pasajeros y dando sus números de teléfono, pero… que se le va a hacer he elegido mal el vagón y en éste puedo observar la diversidad de la fauna y la flora urbana. Mis reflexiones y somnolencia matutina me han centrado en la fauna ya que para analizar la flora dispongo del mismo valor que un avestruz con la cabeza bajo tierra, o que Silvio Berlusconi para afrontar un juicio, es decir ninguno.

Lo primero que he visto con el rabillo del ojo, y que ha centrado toda mi atención, ha sido una morenaza con minifalda y botines como los del torito del Fary. En ese momento me he sorprendido a mi mismo, ya que en lugar de pensar en las mil y una cosas que podríamos hacer juntos y que harían quedar a Nacho Vidal como un seminarista en Roma, a Bill Clinton y su becaria como a dos adolescentes enamorados o a Josefina y al cuerpo de guardia de Napoleón como el paradigma de la virtud, he pensado 2 cosas:

1) Que iba mal conjuntada puesto que los botines no combinaban y el color de la minifalda no hacia juego con el tono de su piel. (Igual no he pensado exactamente eso… pero dejémoslo así)

2) Que hacía frío para llevar minifalda. Pero quien soy yo para valorar el termostato individual de la gente y menos cuando implica ir ligera de ropa? AquellOs que se plantean salir con bermudas y camiseta de tirantes porque tienen calor, por favor, quédense en sus casas.

Total, que mientras yo andaba en estos pensamientos, se han interpuesto entre la visual de mis ojos y la moza morena de falda corta y piernas largas, una mujer china y un hombre alto, gordo y con cascos en la cabeza de esos que te hacen parecer un mohai de la Isla de Pascua. Inmediatamente mi mente enfermiza, insana y medio despierta se ha puesto a maquinar y ha hecho aquellos de los parecidos razonables, así que me he imaginado como seria la persona resultante de la suma de los dos.

El resultado ha sido: Antonia San Juan con un apretón y entrada en quilos, con cascos en la cabeza de esos que te hacen parecer un mohai, enloquecida y con permanente. Acto seguido, me hecho dos preguntas que seguramente llevan atormentado el espíritu del ser humano como mínimo desde la invención del MP3, o sea, una eternidad.







1) Porque no existen chinos gordos? Sí, ya sé que existen chinas gordas… pero de carne y hueso tampoco las he visto (ni en el porno). En serio, no es un mito o leyenda urbana, porque es verdad. Nunca se ven gatos cerca de un restaurante chino, pero los gatos existen ¡¡¡ Nunca se ven viejos chinos, pero los viejos chinos existen (ya sea en versión colador, farlopera o agricultor del arroz de 105 años a las orillas del río amarillo). Supongo que como en china no practican Sumo y además se encuentran más apretados que los pantalones de un punkarra, o que un español en la cola del Inem, pues deben tener prohibido engordar (claro que a base de arroz y "moutai" es difícil). De este último comentario, podemos deducir mi ignorancia sobre la cultura china y la poca capacidad de los chinos de exportar sus productos originales. Eso sí, cuando los copian son la hostia ¡¡¡

2) Sin ánimo de levantar ampollas en alguno de los lectores si uno se siente identificado, pero… Es necesario llevar esos auriculares tan grandes encima la cabeza mientras se va por la calle? En serio, la gente que los lleva parece un cruce entre la Dama de Elche y los Mohais anteriormente citados. Ya no entro a juzgar la música horrorosa (se puede considerar este adjetivo como mi juicio personal) y especialmente alta (si no te ha reventado los tímpanos él del acordeón, lo hará alguien con sus cascos), pero es que estéticamente es horrible. Será lo que tienes ser neutro o gris, pero cojones, que el otro día vi a uno que llevaba unos auriculares gigantes pintados con las barras y estrellas de la bandera americana, parecía el quarterback de los San Francisco 49’ers pero en versión yonky, debido a las profundas ojeras y a su delgadez extrema.

Tras pensar todo esto me he dado cuenta que uno me estaba mirando, he visto mis ojeras (he dormido poco) en el cristal y he pensado: No seré el próximo argumento de la entrada del blog que seguramente tenga el tío donde me pondrá a parir?

Decidido, he de ir a comprarme en el bazar chino de la dependienta gorda unos auriculares de esos horrorosos para pasar desapercibido. Esta última reflexión no esté en contradicción con lo expuesto anteriormente?

En fin, esto es todo amigos. Tengo demasiado sueño para seguir escribiendo…

Publicado por: Hombre Gris









6 comentarios:

niño neutro dijo...

jaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajaja. Mas que la entrada en si(que es muy buena) me siguen pareciendo brutales tus comparaciones, la dama de elche yonki dice el tio, es que no puedo de la rision!!!!!!!

P.D: ver a una tia follable en minifalda y no pensar en todo el porno aleman que has visto me hace sospechar que estas perdiendo facultades, he dicho!!!!!

ale, abrazos Gris

Anónimo dijo...

Jaaaaaaaaaaajajajajajajaja, jo, qué risa.

Jo, igual no sería recomendable, pero molaría poder escuchar lo que piensa la gente en esas situaciones. Y en los demás medios de transporte, ascensores, etc. Imagínate a la morena de la minifalda escuchando lo que piensas de ella y acto seguido como el sonido de un disco rayado, te escucha divagar acerca de los chinos gordos y las damas de elche yonkis. Muy chungo. A saber qué demonios pensaban la morena, la china y la dama de elche yonki. Lo que decías, como tengan un blog...

Besos!

Belén dijo...

Voy a intentar fijarme la próxima vez que vaya por Madrid...;)

Besicos

Humberto Dib dijo...

Hola, vi tu comentario en el espacio de Belén y me dio curiosidad. Me pareció muy bueno tu blog, así que voy a quedarme por aquí como el 10° seguidor.
Si tienes ganas, te invitó a pasar por el mío.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.

www.humbertodib.blogspot.com

JasJ dijo...

jajajajaj, que jartá de reír...Que digo yo que mejor los auriculares que andar dando la tabarra con algo ruidoso. Un día leí que los canis y las chonis serían el equivalente actual a los niggas que en las pelis ochenteras iban en el metro de nueva York con el radiocassette al hombro con el rap a todo volumen. Se ve que andan con el movil o el mp3 sin cascos, y con el reguetton de los huevos tocando los idems al personal, es verdad esto? que en los pueblos no tenemos metro para comprobarlo :D

Hombre gris dijo...

La verdad NEUTRO es que nuca he sido mucho del porno alemán, demasiado hardcore para mi. Me he ceñido a aprender todo lo germánico en las Private ¡¡¡ Pd: Creo que lo que pensé ha sido una licencia del autor.

RUNE, si oyera todo lo que piensan los otros (rollo "En que piensan las mujeres"), no soportaría sentirme tan deseado :-) ¡¡¡ Ya te digo yo lo que pensaban:
- La china en como descuartizar más rápido gatos.
- La morena: este tío que no me quita ojo me encuentra irresistible, que pasaría se le digo algo ? (No querría saber lo mal conjuntada que va)
- La dama de Elche yonki: cojones con el menda, que me ha quitado el asiento¡¡

BELÉN: mejor cierra los ojos para no atormentar tu espíritu con extrañas visiones.

Excelente gusto, HUMBERTO, por seguir el blog de Belén digo ¡¡¡ Gracias por seguirnos, me paso por el tuyo.

JASJ: Que si es verdad? Es un puto infierno, llevan el móvil a todo trapo y compiten con que canción mola más. Cuando sólo les gustan a ellos, pero con el volumen fliparias a todo lo que da.